Unos pican y otros no: la historia de los pimientos de Padrón (¿o de Herbón?)

El pimiento de Herbón es uno de los iconos gastronómicos de Galicia y, a estas alturas, seguramente uno de esos pocos productos reconocibles que la cocina española ha sabido exportar.

Unos pican y otros no: la historia de los pimientos de Padrón (¿o de Herbón?)

iStock

Pero, espera un momento ¿Qué es esto? ¿No hablábamos de pimientos de Padrón? ¿Qué son los pimientos de Herbón y qué hacen en este texto?

DIFERENCIAS ENTRE EL PIMIENTO DE HERBÓN Y EL DE PADRÓN

Seguramente te estarás haciendo estas preguntas si no eres gallego y no te has interesado por el tema. Son lo mismo pero al mismo tiempo son distintos. Depende. Me está quedando un párrafo de lo más tópico, será mejor que me explique.

El pimiento de Padrón es una variedad, ese pimiento verde, pequeño, que a veces pica y a veces no, que no puede faltar en el tapeo gallego desde hace décadas. El pimiento de Herbón es lo mismo pero amparado por una indicación geográfica protegida. O, por decirlo de otra manera, es el pimiento de variedad Padrón que se produce en la zona geográfica amparada por la D.O.P. y se somete a sus estándares de calidad.

Recolección de pimientos de Herbón

iStock

Padrón es el tipo de pimiento y Herbón es sólo aquel que está certificado. Pimientos de Padrón, no del Padrón, como se lee tantas veces en cartas aquí y allá. Porque Padrón es el municipio, 20 km al sur de Santiago de Compostela , donde se encuentra el valle de Herbón, donde tiene su origen este pimiento. Padrón, no El Padrón.

Así que si encuentras pimientos de Herbón sabrás que son cultivados en la zona y por uno de los pocos productores certificados, mientras que si se anuncian como “de Padrón” o “tipo Padrón ” serán de la misma variedad pero seguramente cultivados en otras zonas y sin los controles que exige la D.O.P.

EL ORIGEN AMERICANO DEL PIMIENTO GALLEGO

Más preguntas, entonces ¿Un pimiento con origen en Herbón? ¿No eran los pimientos originarios de América? Sí a las dos. Es decir, el pimiento es americano, es verdad. Pero en algún momento los misioneros que salían del convento de Herbón hacia América regresaron con unas matas de pimientos de las misiones que tenían en la costa norte mexicana.

El origen americano del pimiento gallego

Alamy

Se desconoce el momento y la procedencia exacta, pero hacia finales del S.XVII o comienzos del S. XVIII ya se cultivaban en la huerta del convento algunas plantas. Con el paso del tiempo la variedad se fue aclimantando a la humedad, a los inviernos duros y a las escasas horas de sol, de tal modo que, aunque vino de América, en la actualidad la podemos considerar una especie autóctona, porque ya no es exactamente como la que los franciscanos trajeron de las misiones.

Al principio parece que no sabían qué hacer con él. Poco a poco fue apareciendo en las ferias de la zona, donde se popularizó como un sustituto del pimentón que los arrieros traían de León y de Extremadura.

Y con el paso del tiempo dio el salto a las tabernas. Caliente, a veces picante y regado con abundante sal gruesa es el bocado perfecto para quien vende bebidas y para que el cliente pida un vino más. De ahí su popularidad.

Sal gorda y sartén vuelta y vuelta

Getty Images

Pero dejando la historia al margen, lo cierto es que hoy no podemos hablar de la cocina gallega del verano sin pensar en estos pimientos, así como en otros relativamente cercanos y con historias similares como son los pimientos de O Couto, que se cultivan cerca de Ferrol o los pimientos de Mougán que se cosechan en las inmediaciones de Lugo.

No son imitaciones ni sucedáneos, son productos con una historia y una tradición que, aunque quizás no sean tan conocidos fuera, son muy populares en sus respectivas zonas.

Pero volviendo al pimiento de Herbón, que se seguirá recogiendo hasta finales de este mes... ¿Qué puede ofrecer gastronómicamente, además de lo que todos conocemos?

Pues por un lado está su versión frita, la más popular, esa que seguro que ya tienes en mente. No por muy conocida dejar de ser, probablemente, la más interesante. Pruébalos solos, acompañando a una fritura de pescado azul, a una buena carne roja a la parrilla, a un pescado de río –piensa en unas truchas fritas con jamón, por ejemplo- o, simplemente, a unas patatas gallegas fritas.

Pimientos de Padrón con chorizo

Getty Images

Anímate a cocinarlos **en una tortilla de patatas **. O a añadirlos al relleno de una empanada . Córtalos en crudo, en aros muy finos, para decorar una ensaladilla casera o ¿Por qué no? Un ceviche. Prepáralos en tempura, si son grandes rellénalos de un queso que funda bien y fríelos. O, si los cultivas en una maceta, deja que maduren y consérvalos asados con ajos en tarros llenos de aceite.

O explora las mermeladas y pimentones que se elaboran con ellos.

Y si no quieres cocinarlos, aquí te dejamos una pequeña ruta del pimiento, para que los disfrutes sobre el terreno.

** ASADOR O PAZO (PADRÓN) **

Seguramente sea el restaurante de referencia en la comarca padronesa en la actualidad, así como uno de los grandes especialistas en carnes a la parrilla en Galicia. Estando donde está, en temporada no faltan en su carta los pimientos de Herbón, ya sea como ración para compartir o como guarnición de algunas de sus propuestas cárnicas.

Tanta importancia le dan al producto, que hace unos años le dedicaron un menú completo para demostrar su versatilidad.

Carnes y pimientos

Asador O Pazo

** OS CARRISOS (PADRÓN) **

Inaugurada en 1970 esta antigua taberna a pie de carretera pasaba hace poco por un proceso de renovación. Algunos de sus espacios más característicos siguen ahí, del mismo modo que su carta más clásica, compartiendo espacio con algunas propuestas más innovadoras.

Un gran sitio para hacer una parada y tomarse una ración de pimientos viendo pasar a los peregrinos del Camino Portugués.

Instagram content

This content can also be viewed on the site it originates from.

** O GATO NEGRO (SANTIAGO) **

Inaugurada en 1920 esta pequeña taberna de la Rúa da Raiña permanece inalterable, igual a como la conocieron cinco generaciones de compostelanos.

Hoy es una parada muy popular para turistas, sobre todo en temporada alta, pero que esto no te desanime: su oferta y sus precios son los de siempre, sus raciones son las clásicas, los vinos son los mismos que se pudieron tomar acodados en esta barra mis abuelos o mis bisabuelos y en verano no faltan los pimientos de Herbón para acompañar una cunca de Ribeiro.

** PAZ NOGUEIRA (SANTIAGO) **

En el periférico barrio de O Castiñeiriño sobrevive, manteniendo el éxito de público, el que es uno de los restaurantes más antiguos de Galicia, por no decir el que más. Desde 1840 el Paz Nogueira se mantiene como un clásico de la ciudad que sigue fiel a una oferta de cocina gallega de siempre.

Sus 180 años de historia podrían ser motivo suficiente para visitarlo, así como su curiosa colección de carteles taurinos, de cuando la plaza de toros de Santiago estaba allí, en el barrio.

Un lugar así es perfecto para tomarse una ración de pimientos en la barra o hacerlo en el comedor, acompañando a su empanada de bacalao con chorizo, a su merluza a la sidra o a su popular cordero asado.

** O TARABELO (A CORUÑA) **

A Coruña fue una ciudad de tabernas marineras. Aunque muchas han ido desapareciendo, barrios como Montealto o Agra de Orzán mantienen todavía el espíritu de estos locales. Y en pleno centro el mejor ejemplo de estas viejas tabernas coruñesas es O Tarabelo, el sitio perfecto para probar las tapas de siempre, sin adornos ni actualizaciones innecesarias, para integrarse en la charla con los habituales y hacerlo mientras se picotea una ración de pimientos.

** TABERNA A CURVA (PORTONOVO) **

Tampoco faltan referencias hacia el sur. A Curva es uno de esos secretos que se han ido extendiendo, uno de esos nombres que han ido circulando entre los amantes del vino por su espectacular carta.

A Curva es de esos pocos lugares de la costa que, si en verano es siempre bullicioso, es capaz de mantener el ritmo fuera de temporada gracias a las docenas de incondicionales que se acercan desde cualquier punto de Galicia.

Nada mejor que conocerlo ahora, cuando el pueblo retoma el pulso tras la temporada alta, y explorar su propuesta de vinos junto con una ración de pimientos de Herbón mientras se decide qué más se va a pedir.

** MESÓN DE ALBERTO (LUGO) **

Clásico lucense ubicado en pleno casco histórico. En la planta de arriba cuenta con un agradable restaurante y en la baja con una tapería. Cualquiera de las dos modalidades es buena para explorar la carta de este incombustible lucense que basa su propuesta en cocina gallega elaborada con un estupendo producto y en el que, en temporada, los pimientos son una guarnición muy utilizada para platos de carne.