"O todo o nada”. El eslogan vital de Anton Corbijn (Strijen, Países Bajos, 1955) para retratar a los rockeros que adoraba en aquellos años 70 acabó llevándole lejos. Tan lejos que su estilo de fotografía –blancos y negros, grandes contrastes, exteriores, luz natural, mucho grano...– se convirtió en la estética predominante del rock de los 90. “Aquellos rockeros y bandas lo daban todo en el escenario de una manera en la que yo tenía que estar a la altura, hacer como ellos, así que mi trabajo tenía que ser o todo o nada”, explica en su libro recopilatorio Depeche Mode by Anton Corbijn, recién editado por Taschen este mes.

Al holandés su Hasselblad se le quedó pequeña. Comenzó a pintar y diseñar las portadas de los discos, luego saltó a los vídeos musicales y después al cine. Sus ideas fueron más allá y creó la identidad visual de Depeche Mode y de U2 (si tienes un rato, te recomendamos leer ¿Es Bono de U2 un iluminado o un charlatán? La biografía que nadie te ha contado). No había personaje que no le rogara un retrato, y su colección hoy es digna de un museo de finales del siglo XX. Dirigió Control, un biopic sobre el cantante de Joy Division, Ian Curtis, The American, con George Clooney como protagonista, y A Most Wanted Man and Life, sobre la relación entre James Dean y el fotógrafo Dennis Stock. Todo según su instinto. Sin ninguna formación previa.

depeche mode by anton corbijn
Taschen
Depeche Mode by Anton Corbijn.

La rosa Violator y Ayuso

El pasado octubre la editorial Taschen sacó la versión coleccionista (750 ejemplares, firmado por los protagonistas, 1.500 €) y las ediciones de arte (200 ejemplares, 3.000 €) y sorprendentemente se agotaron las dos en un fin de semana. Un éxito para la editorial, a la que nunca le había ocurrido nada parecido. Hablamos por Zoom con Anton Corbijn de este furor inesperado por Depeche Mode en un momento en el que ya creíamos que la vida se acababa más allá del reguetón.

¿Por qué ha tenido tanto éxito?¿Porque se ha convertido en una banda de culto o porque sus fans tienen esa edad en la que uno ya está forrado?
Es una combinación de varias cosas. Pero te contaré que si fueras a un concierto de Depeche hoy, verías un montón de gente joven vibrar junto con gente de mi edad. Lo que hace que Depeche todavía siga creciendo en fans es que hay mucha gente joven que se identifica con ellos. Sobre todo en esta época gender fluid, en que los jóvenes experimentan mucho y hay cierta complicidad con la gente que es diferente.

entrevista a anton corbijn
Anton Corbijn
“Hice estas fotografías para la revista de música NME, para la que trabajaba. Era un grupito muy poppy” (Londres, 1981).

Depeche Mode y tú crecisteis juntos.
Sí, fue algo orgánico, no teníamos un plan.

¿Sabías que la presidenta de la Comunidad de Madrid lleva el tatuaje de la rosa de Violator en su muñeca?
No, pero he alucinado cuando me he enterado. Ella no es la única que tiene el tatuaje de la rosa. Lo he visto muchas veces, aunque nunca en un político. Es genial. La rosa Violator es una creatividad completamente mía: la imaginé, la pinté, se la presenté a ellos y les gustó. Es alucinante cómo esta imagen sigue tan viva hoy en día.

Se ha convertido en una especie de logo. Es muy difícil conseguir una imagen tan potente y tan determinada para un grupo de música.
Sí, no te hace falta explicar de dónde viene. Todo el mundo lo reconoce. El vídeo Enjoy the silence, con la imagen de Dave Gahan vestido como un rey con su manto de armiño y su corona, se ha convertido en un icono también. No necesita explicación. ¿Recuerdas el vídeo de Coldplay Viva la vida? La primera versión de la canción fue un vídeo hecho por mí. Chris escribió la canción sobre un rey sin reino inspirado en mi imagen de Enjoy the silence. Me pidió que hiciera el vídeo y yo quería que fuera una especie de homenaje a Depeche Mode. Lo rodamos en mi ciudad, La Haya, con él vestido también como un rey (mismo manto, misma corona) y transportando un cuadro con la imagen de la cubierta de su álbum. La canción Viva la vida se convirtió en algo muy muy grande, y el estudio decidió hacer una segunda versión del vídeo por su cuenta y en estudio. Muy aburrida, por cierto.

¿Cómo llegaste a hacer ese trabajo tan global en Depeche Mode? La imagen, la ropa, los discos, los vídeos musicales... No era tu business.
Cuando los conocí en 1981 no me gustaban nada. Eran un grupito muy poppy y yo estaba en otro rollo tipo los Echo & Bunnymen y otras movidas muy de guitarra. Pero evolucionaron y a los cinco años ocurrió que de pronto teníamos mucho que ver, su música y mi rollo confluían. Empezamos a hacer todo juntos y la relación creció hasta los años 2000, en que la compañía ya no quiso que yo siguiera haciendo sus vídeos. Pero diseñé toda la imagen desde 1993, todos los visuales, la estética, los vídeos, las películas y las covers de los discos. Es muy interesante si miras a los primeros Depeche: su imagen no era cálida, y yo quería darle el toque humano, darle calor. Lo que aporté fue una estética en aquel entonces muy nueva que no se había visto antes.

Este libro no es un álbum personal de fotos que recorren la vida de un grupo. Es más un recorrido por la estética y la cultura de los 80 y los 90.
No soy un documentalista de los Depeche Mode. Es verdad que estuve con ellos todos esos años, pero ellos no eran como las otras bandas: vivían cada uno por su lado, y se juntaban para trabajar, para grabar, ensayar o hacer giras.

Hiciste en realidad un rebranding.
El rebranding suena a que estoy reunido con mucha gente que piensa y opina, pero eso nunca ha funcionado conmigo. Yo solo hago lo que me pide el cuerpo. Cuando empecé a hacer fotografías me cruzaba con gente que constantemente me decía ‘tienes que hacer esto’ o ‘tienes que hacer aquello’. Pero no les hacía caso. Si escuchas a la gente nunca vas a conseguir hacer nada.

entrevista a anton corbijn
Anton Corbijn
“En 1992, la banda alquiló una villa en Madrid para grabar Songs of Faith and Devotion. El ambiente era oscuro por la atmósfera que se había creado entre los miembros de la banda. Dave solía cantar en el piso de abajo y se metía heroína. Era y parecía un hombre cambiado. Dormían y trabajaban en aquella casa. No había escapatoria”.

¿Tienes recuerdos de España?
Adoro España, es un país maravilloso. Hice vídeos con la banda en Almería con Personal Jesus. En Madrid, en 1992, vivimos una muy mala experiencia porque alquilaron una villa grande donde tenían que grabar y vivir todos juntos durante meses. Se creó un ambiente muy oscuro.

Habrás vuelto a España...
Sí, ¡muchas veces! He trabajado con José Mercé y le quiero mucho. No podíamos comunicarnos porque él no hablaba inglés y cenaba a medianoche, pero era genial. Esa forma de vida gitana me fascina.

Instagram, un demonio necesario

La vida de Anton, como la de todos nosotros, frenó en seco en marzo de 2020. Dejó de ser un hombre subido a un avión y su “parte europea”, como él la llama, se hizo más grande. Dejó de ser un ciudadano del mundo en constante movimiento.

¿Sigues trabajando duro?
La pandemia ha sido un buen momento para mí porque tenía que sacar el libro para octubre y seis meses antes no había hecho absolutamente nada. Así que pude dedicarme todo el tiempo a buscar las fotos. Echo de menos EEUU, pero me gusta moverme por Europa en coche. He ido por trabajo a París, a Roma y Suiza. La verdad es que agradezco no tener que coger un avión cada semana.

entrevista a anton corbijn
Anton Corbijn
“Tuve la idea de hacerles retratos como de hombres pin-up. A ellos les pareció bien e hice las fotos a cada uno en su dormitorio, en el hotel donde grababan el disco. Esta es la de Dave”.

Tu cuenta de Instagram es muy activa. Veo que subes cosas todos los días. Hay que alimentar el monstruo para estar ahí, ¿no?
Instagram es un demonio necesario. Tengo que dedicarle tiempo porque para mi vida comercial es importante tener seguidores. Probablemente paso demasiado tiempo en Instagram. Intento que sea menos, pero no es fácil.

¿Hay algún grupo de música actual con el que repetirías experiencia?
Lo último que he hecho con bandas jóvenes es con The Killers, pero ya tengo suficiente música en mi carrera. No quiero repetir mi vida, aunque me encantaría fotografiar a Billie Eilish y también a Bob Dylan... [risas].

¿Te gusta esa nueva generación de mujeres en la música?
Cuando yo crecí todos los músicos eran hombres. Ellas ahora tienen una forma muy directa de expresarse, son fáciles de entender y tienen muchísima seguridad. Son fantásticas.

No volveré nunca a un concierto

Anton creció en un pueblo en una isla de Holanda, hijo de un pastor protestante muy conservador y en un ambiente que a veces ha descrito como asfixiante. Su primera bocanada de aire fresco fue cuando a los diez años oyó a los Beatles. Un año más tarde la familia se mudó a una ciudad donde había tiendas de discos y empezó su obsesión por la música. Más tarde, cámara en mano, comenzaría su andadura siguiendo a aquellos grupos de rock del país. “El valor de la música ha cambiado”, dice. Ahora son muchos grupos, muchos cantantes, la música es infinita y está a tu alcance por poco dinero. Antes, comprar un disco y traértelo a casa era toda una experiencia, algo extraordinario. Creo que la música ha perdido valor”.

entrevista a anton corbijn
Anton Corbijn

¿Es el fin del rock?
El covid y la cancelación de todos los espectáculos a nivel mundial han marcado un final. Los viejos tiempos no van a volver nunca más. El rock fue revolucionario y traía de la mano la libertad, pero ahora para poder ir a un concierto necesitas vacunarte y tomar las medidas sanitarias y de seguridad que han sido marcadas, y lo haces por el bien de todos los que creen en ellas (yo no creo en ellas, pero eso es otra cuestión). El rock ya no tiene que ver con la libertad. Es como Facebook: en un momento fue revolucionario y ahora es conservador. Yo no volveré nunca más a un concierto.